03 Jul
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La doctrina cristiana contiene las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.

El verdadero católico es aquel que está bautizado y que  cree, profesa  y obedece a los legítimos pastores de la Iglesia. 

  • Creer: Es tener por cierta y segura alguna cosa.
  • Profesar: Es ejercitar y  practicar aquello que creemos. Implica acción. 

Por desgracia, en nuestra época, muchos son los católicos que quisieran contraponer sus propias opiniones al principio de obediencia debida a la autoridad religiosa, establecida por Dios en materia de fe y costumbres; estos tales promueven frecuentemente cuestiones ridículas sobre Teología, sobre el Magisterio, con la misma libertad de lenguaje y falta de respeto que si se tratase de un punto de economía política o administrativa, literatura, ciencias naturales ú otra cuestión profana. 

No es éste el espíritu de Jesucristo, sino el espíritu del mundo y de sus seguidores.

La causa de esta tendencia se debe buscar en la educación misma, en el desenfrenado empeño de los hombres por su independencia y libertad, verdadera llaga de la sociedad actual. 

Entendamos, sin embargo, que Dios, deseando salvar la humanidad, le envió a su Hijo Unigénito, mas no quiso déjarla luego al capricho de la fantasía en materia de fe; no quiso se dirigiese por sí; confió su doctrina a un magisterio por Él mismo establecido; magisterio que durará hasta el fin de los siglos. 


Recuperado de: 

El catecismo mayor de S. S. Papa Pío X 

 (1911)


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