A comienzos de 1955, se iniciaron los contactos epistolares y personales de Montini con Mons. Roncalli. Para la Alta Masonería, la única vía era llevar al solio Pontificio a Roncalli, y resolver así el problema del cardenalato de Mons. Montini que le abriría luego el camino al pontificado.
Texto de ejemplo
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